4. Triada de Lorna Wing


En 1981 Lorna Wing usó el término “síndrome de Asperger” por primera vez, para describir a un subgrupo de pacientes dentro del continuo autista. Gracias a ella el término llegó a ser usado ampliamente en el mundo de habla inglesa también, en donde los estudios de Hans Asperger habían sido ampliamente ignorados. Ese mismo año publicó una revisión del trabajo de Asperger describiendo el SA con el objetivo de extender los límites diagnósticos del autismo, incluyendo un grupo de personas que manifiestan un trastorno social primario, de naturaleza autista, pero que no cumplen la totalidad de criterios diagnósticos del autismo. Este trabajo le permitió a Wing señalar por primera vez las principales características clínicas del síndrome de Asperger:
1.      Interacción social inapropiada con rasgos ingenuos y unipolares. No hay empatía ni reciprocidad. La capacidad para hacer amigos se encuentra muy limitada y en algunos casos es incapaz de establecer lazos afectivos.
2.      Habla: no se observa retraso en su inicio; sin embargo, el contenido es extraño, pedante y estereotipado. La comunicación verbal es poca o nula. Se pueden observar voz monótona, gestos inapropiados o poca expresión facial. (Sobre este punto puede profundizarse más en el capítulo sobre lenguaje de este mismo libro).
3.      Presentan resistencia al cambio y gusto por actividades repetitivas. Ante algunos temas u objetos se les encuentra absortos.
4.      Sus movimientos o posturas son extraños y mal coordinados. En algunas ocasiones, sus movimientos son estereotipados.
5.      Presentan buena memoria de repetición, intereses especiales y muy limitados.
La hipótesis de un continuo autista fue propuesta por Wing para recoger y explicar los distintos grados de afectación en la interacción social, la comunicación y la imaginación, de modo que en un extremo del continuo se situaría el desarrollo normal y en el otro extremo el autismo clásico (o síndrome de Kanner). Con esta aportación se empieza a considerar el autismo como un continuo en el que se altera cualitativamente un conjunto de dimensiones: los trastornos de la relación social; el trastorno de la comunicación y la falta de flexibilidad mental.
Gracias a Wing el Asperger se ha ubicado entre los trastornos del desarrollo en general y en el espectro del trastorno autista en particular. De acuerdo con su hipótesis las personas con SA no presentarían problemas en uno de los tres elementos de la tríada (las dificultades de comunicación y lenguaje) y tendrían un desarrollo cognoscitivo conservado. Habría afectación, no obstante, en la interacción social y por la aparición de un modelo restringido de actividades e interés (Wing, 1981).


No hay comentarios:

Publicar un comentario